Jackie Gutierrez-Jones

Cuban-American

1 taza de harina, 6 huevos, 2 cucharadas de vainilla, sal (un poquito)

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1 cup flour, 6 eggs, 2 tablespoons of vanilla, salt (a little)

 

La lección de vida de Jackie | Jackie’s Life Lesson

What strikes me about my Abuela Tata’s recipes is their unfinished nature. No detailed step-by-step instructions, no temperature settings, and very vague ideas around measurement (is a “dedito” a half teaspoon or a quarter teaspoon? Depends on who’s doing the cooking!). 

She wrote down the essential components for each dish. The rest? Improv. Making the dish work was—and is—an act of experience and memory. But I love that each recipe holds space for experimentation, creativity, and possibility. A little tweak or chispa of inspiration holds the potential to make it better than the last time you prepared it. 

That’s a recipe for life. Your path isn’t prescriptive. Maybe someone’s given you the essential components to make an honest go of it—love, care, guidance. The rest? Improv. Use experience as your guide, but don’t be afraid to take risks and scare yourself with the possibilities. That’s when the good stuff happens. And sometimes, if you’re lucky, people will want you to share the recipe, too. 

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Lo que me sorprende de las recetas de mi abuela Tata es su naturaleza indefinida. No hay instrucciones detalladas paso a paso, no hay ajustes de temperatura y las ideas sobre las medidas son muy vagas (¿un “dedito” es media cucharadita o un cuarto de cucharadita? ¡Depende de quién esté cocinando!). 

Ella anotó los componentes esenciales para cada plato. ¿El resto? Improvisación. Hacer que el plato funcione fue (y es) un acto de experiencia y memoria. Pero me encanta que cada receta tenga espacio para la experimentación, la creatividad y la posibilidad. Un pequeño ajuste o una chispa de inspiración tiene el potencial de hacerla mejor que la última vez que la preparaste. 

Esa es una receta para la vida. Tu camino no es prescriptivo. Tal vez alguien te haya dado los componentes esenciales para que lo hagas bien: amor, cuidado, orientación. ¿El resto? Improvisación. Usa la experiencia como guía, pero no tengas miedo de tomar riesgos y asustarte con las posibilidades. Ahí es cuando suceden las cosas buenas. Y a veces, si tienes suerte, la gente también querrá que compartas la receta.